Renovada de emociones sigo
transitando el espejo de mi vida, nuestra vida. A veces es difícil traducir
nuestras capacidades en acciones coherentes, pero mi dios interior sabe que trabajo para ser cada día mejor.
Que emotivo es aprender a valorar
las circunstancias que se presentan en ese devenir de cotidianidad que traen
los días, crecerse y concientizar que todo es consecuencia y nada es casual,
que cada día más, tengo la voluntad de decidir, transformar y construir mis
deseos, que cada día menos, pierdo mi tiempo detenida ante las miserias humanas
que circundan nuestros universos; Que veo con paciencia y respeto las caras de
los míseres que erróneos intentan opacar las luces que llevo años encendiendo,
luces fulgurantes que mientras mas se juntan, más iluminan.
Si
acaso, logran propagar en mí, solo esas fuerzas infinitas de amar que me
mueven.
Debo
asumir mis culpas, mis culpitas. Mis subestimaciones y mis desvalorizaciones,
debo asumir que a veces me dejo vulnerar, incluso concientemente; esa
apasionada manía de probar hasta donde hemos llegado, cuan fuerte somos, cuan
débil somos, nuestra viceralidad de defender lo esencial, ese olor que nos ha
unido por años, esa única manera de poder sincronizarnos intuitivamente, ese
viaje que hacemos cada vez que nos vemos a los ojos y recordamos nuestra calle.
Cuan inconciente podemos llegar a
ser los amantes? Cuan extraordinario es reencontrarnos como si fuera el primer
día, y jugar a los enemigos íntimos? Cuan maravilloso es ver y sentir a nuestro
alrededor y en nuestro interior que somos a prueba de todos y que hacemos buen
equipo cuando de remar se trata? Que las
bases de nuestra nave son sabias, que cada cierto tiempo nos golpean, y nos
tiran al mar, para que me salves y para salvarte.
Que
en los peores tiempos sacamos a pasear nuestras sonrisas de lujo, y nos causan
risa.
Que
atesoramos esa sublime causa de convertir nuestra cama en el territorio de paz
mas sagrado del planeta, porque nuestra forma de fundirnos solo es una para los
dos.
Que
día a día aumentamos el stock de nuestras complicadas complicidades, y vemos
con dignidad a los incrédulos, a los que de verdad son salvajes de manada y se
arrastran por las horas de los días según venga la vida, sin medir
consecuencias.
Que
es lo autentico? Que es la verdad? Que es la moral? Que está bien o está mal? Si
ante todas esas hipocresías nuestra mejor respuesta siempre ha sido rencontrarnos
y fundirnos.
Esto
sucede para retomar el sentido de las cosas, se nos derrumban los bloques de la
torre porque cada día debemos ser más hábiles
para construir, para reconstruirnos, para alimentar esa conexión divina que nos
hace vernos únicos, cuando te ves en mí, porque existo solo en ti.
Y
que cada día frente a este absurdo mundo nos damos motivos para sorprendernos, combustible
para seguir, que nos reímos de tus pésimos gustos y tus estupideces básicas de
hombre, y a carcajadas cuando te muestro mis tetas, esa lucecita escondida de
tus ojos marrones deja ver a esta loca tuya que se compró un bate, y nos gusta.
Tuya, porque lo mágicamente permanente de
nosotros es esta libertad de pertenecernos.
Allá todo lo demás, si aún somos
capaces y ejercemos la voluntad que siempre nos ha unido, el amor.
Un
día esta torre llegara al cielo, a la conciencia plena, a la madurez y la
vejez, y habremos nadado y remado tanto hasta entonces, que divisaremos de cerca
la Isla de la que te he hablado, nos iremos nadando en todos los estilos, y a
orillas, llegando ya cansados, gastaremos
nuestra ultima sonrisa de lujo y recordaremos nuestra calle.
Gracias,te amo. MB