martes, 25 de septiembre de 2012

EL PRESENTE

Tal parece que sufro de racionalidad, en un empeño por elevar mi nivel de conciencia he decidido mirar hacia adentro, un lugar donde pocos se atreven a tomar unas vacaciones.
Aveces resulta que la voragine social nos administra de tal manera que ni siquiera nos tomamos un minuto para vernos al espejo, para descubrirnos en la mirada y ubicarnos. Eso me ha pasado, me ha pasado tanto, que hasta llegue a perderme.

Un reciente enfrentamiento con la vida me ha empujado hacia adentro, a un frabulloso lugar que tenia tiempo sin habitar y donde he sepultado inconscientemente muchisimos sentimientos; Y hay que ser valiente para no salir corriendo de esta estancia, para despertar del letargo y PODER ver, PODER ser, PODER sentir. 

Asumir los estados emocionales, es meterse al cuarto de los checheres y ordenar lo arrumado, poner cada acción en su lugar y  adosarle su consecuencia, medir el tiempo de caducidad de los errores y anotar en el archivo de las lecciones las que faltan por superar, para superarlas.

Visionar nuestro mundo como un lugar para aprender no es cosa fácil, hay que despabilarse, hay que desvalijar el ego, y tener dignidad, hay que aprehenderse, fortalecer nuestras debilidades emocionales y enseñarlas, cconocernos como un SER Valiente (que vale).

Y reconectarnos con nuestro mundo sensible, eso es lo que yo llamo lo esencial, con la sensualidad (los sentidos), con nuestro cuerpo como templo de existencia.  Desgarrar los velos, y ver que nos hemos hecho hasta ahora, gustarnos o no gustarnos, aceptarnos; y con esto deshacernos de las corazas, exponernos y desnudar el alma.

Sentirte vivo.

Redeclararnos el amor, el amor propio y gozarnos en plena conciencia estando a solas con uno mismo, aprender a no esperar, aprender a SER ahora mismo.

Creo que estoy aprendiendo a dejar de tener tantas cosas en la cabeza, creo que empiezo a ver la luz del presente.

MB.




 

viernes, 27 de julio de 2012

LA TORRE


Renovada de emociones sigo transitando el espejo de mi vida, nuestra vida. A veces es difícil traducir nuestras capacidades en acciones coherentes, pero mi dios interior sabe que trabajo para ser cada día mejor.
Que emotivo es aprender a valorar las circunstancias que se presentan en ese devenir de cotidianidad que traen los días, crecerse y concientizar que todo es consecuencia y nada es casual, que cada día más, tengo la voluntad de decidir, transformar y construir mis deseos, que cada día menos, pierdo mi tiempo detenida ante las miserias humanas que circundan nuestros universos; Que veo con paciencia y respeto las caras de los míseres que erróneos intentan opacar las luces que llevo años encendiendo, luces fulgurantes que mientras mas se juntan, más iluminan.
            Si acaso, logran propagar en mí, solo esas fuerzas infinitas de amar que me mueven.
           Debo asumir mis culpas, mis culpitas. Mis subestimaciones y mis desvalorizaciones, debo asumir que a veces me dejo vulnerar, incluso concientemente; esa apasionada manía de probar hasta donde hemos llegado, cuan fuerte somos, cuan débil somos, nuestra viceralidad de defender lo esencial, ese olor que nos ha unido por años, esa única manera de poder sincronizarnos intuitivamente, ese viaje que hacemos cada vez que nos vemos a los ojos y recordamos nuestra calle.
      Cuan inconciente podemos llegar a ser los amantes? Cuan extraordinario es reencontrarnos como si fuera el primer día, y jugar a los enemigos íntimos? Cuan maravilloso es ver y sentir a nuestro alrededor y en nuestro interior que somos a prueba de todos y que hacemos buen equipo cuando de remar se trata?  Que las bases de nuestra nave son sabias, que cada cierto tiempo nos golpean, y nos tiran al mar, para que me salves y para salvarte.
            Que en los peores tiempos sacamos a pasear nuestras sonrisas de lujo, y nos causan risa.
          Que atesoramos esa sublime causa de convertir nuestra cama en el territorio de paz mas sagrado del planeta, porque nuestra forma de fundirnos solo es una para los dos.
         Que día a día aumentamos el stock de nuestras complicadas complicidades, y vemos con dignidad a los incrédulos, a los que de verdad son salvajes de manada y se arrastran por las horas de los días según venga la vida, sin medir consecuencias.
         Que es lo autentico? Que es la verdad? Que es la moral? Que está bien o está mal? Si ante todas esas hipocresías nuestra mejor respuesta siempre ha sido rencontrarnos y fundirnos.
         Esto sucede para retomar el sentido de las cosas, se nos derrumban los bloques de la torre  porque cada día debemos ser más hábiles para construir, para reconstruirnos, para alimentar esa conexión divina que nos hace vernos únicos, cuando te ves en mí, porque existo solo en ti.
         Y que cada día frente a este absurdo mundo nos damos motivos para sorprendernos, combustible para seguir, que nos reímos de tus pésimos gustos y tus estupideces básicas de hombre, y a carcajadas cuando te muestro mis tetas, esa lucecita escondida de tus ojos marrones deja ver a esta loca tuya que se compró un bate, y nos gusta.
 Tuya, porque lo mágicamente permanente de nosotros es esta libertad de pertenecernos.
Allá todo lo demás, si aún somos capaces y ejercemos la voluntad que siempre nos ha unido, el amor.
            Un día esta torre llegara al cielo, a la conciencia plena, a la madurez y la vejez, y habremos nadado y remado tanto hasta entonces, que divisaremos de cerca la Isla de la que te he hablado, nos iremos nadando en todos los estilos, y a orillas, llegando ya cansados,  gastaremos nuestra ultima sonrisa de lujo y recordaremos nuestra calle.
Gracias,te amo. MB